He leído con gran interés el trabajo “La auditoría no ha contribuido a la crisis”, publicado en El Pais.com Negocios, que desde aquí recomiendo.
En él se indica que la Unión Europea ha puesto sobre la mesa un Libro Verde, con el título “Política de auditoría: lecciones de la crisis”.
En este trabajo, se pretende reformar el mercado de la auditoria en Europa, cuya independencia y fiabilidad en sus informes, según la Comisión Europea, presenta muchas dudas.
Hay que hacer notar que en la profunda crisis que todos padecemos, tienen una parte de responsabilidad importante determinados agentes financieros: las agencias de rating, los bancos, los fondos de alto riesgo (hedge funds), las autoridades bancarias de supervisión, y algo, parece ser que algo de responsabilidad, también les debe de tocar a las auditoras, cuando emiten un informe limpio de una sociedad que no esta limpia. Recuérdese el caso Lehman Brothers.
Intentando realizar un trabajo de síntesis, sobre los problemas que conlleva la auditoria de cuentas en los momentos actuales, podemos resumirlos en los siguientes puntos:
- Alta concentración de firmas de auditoria. Big Four.
- La rotación del auditor.
- La independencia del auditor.
- La predicción del futuro.
- Prestaciones de servicios distintos de los de auditoria.
Realmente son problemas complejos que cada uno de ellos daría lugar a debates encarnizados, pero modestamente vamos a intentar exponerlos, sin entrar en más profundidades, las cuales dejo a la opinión del amable lector.
Alta concentración de firmas de auditoria. Efectivamente, desde la caída de Arthur Andersen, el mercado de la auditoria ha quedado reducido a cuatro grandes firmas, que se reparten el trabajo de auditoria de las grandes compañías: KPMG, Deloitte, PricewaterhouseCoopers y Ernst & Young. Esto es obvio, basta con ver quien audita a las empresas del IBEX 35. ¿es deseable esto? ¿atenta contra la libre competencia?, ¿Qué se puede hacer ante esto?.
Una de las soluciones podría ser la de la rotación obligatoria del auditor. Pero, en palabras de Jeremy Newman, responsable de BDO la quinta auditora del planeta, que intenta meterse en el pelotón de los de arriba, indica que esto no es beneficioso. ¿…..?. No deja de sorprenderme que la obligación de rotar no resulte beneficiosa para la competencia. Pues parece ser que no, ya que Newman dice: “No es bueno que la firma auditora tenga que rotar cada cinco o seis años de cliente. El único país de la Unión Europea con esta política es Italia. Y lo que sucede es que cuando las compañías cambian, por ejemplo, de BDO a una Big Four, ya se quedan en su ámbito. Rotando entre ellas. Por eso la concentración en el sector es mayor en Italia que en el resto de países de la UE. Así que no respaldo el sistema de rotación. Pero ahora mismo una de las cosas más importantes es que seamos capaces de atraer a la profesión a personas altamente cualificadas, porque puedes tener todas las leyes del mundo, toda la regulación, pero si no tienes gente válida, el negocio no funciona”
Entonces, si rotación no, yo me pregunto, que es mejor, ¿que una empresa se quede con la misma firma de auditoria hasta su extinción?.
El tema de la independencia del auditor. Es curioso, pero refiriéndonos a España, que es lo que mejor conocemos, antes de la reforma el art. 8 de la Ley 19/1989, indicaba:
“ El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas es el organismo encargado de velar por el adecuado cumplimiento del deber de independencia, así como de valorar en cada trabajo concreto la posible falta de independencia de un auditor de cuentas o sociedad de auditoría.
En cualquier caso, se considerará que el auditor no goza de la suficiente independencia en el ejercicio de sus funciones respecto de una empresa o entidad, además de los supuestos de incompatibilidad que prevean otras leyes, cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias":
A continuación se indicaba una serie de circunstancias que eran supuestos de incompatibilidad.
Pues bien, este articulo 8 se ha modificado por la . Ley 12/2010, de 30 de junio, por la que se modifica la Ley 19/1988, de 12 de julio, de Auditoría de Cuentas, y ha quedado redactado del siguiente modo: “Los auditores de cuentas y las sociedades de auditoría, para asegurar su independencia, deberán establecer las medidas de salvaguarda que permitan detectar las amenazas a la citada independencia, evaluarlas, reducirlas y, cuando proceda, eliminarlas. En cualquier caso, las medidas de salvaguarda serán adecuadas a la dimensión de la actividad de auditoría o de la sociedad de auditoría.
Estas medidas de salvaguarda serán objeto de revisión periódica y se aplicarán de manera individualizada para cada trabajo de auditoría, debiendo documentarse en los papeles de trabajo de cada auditoría de cuentas.
Las amenazas a la independencia podrán proceder de factores como la autorrevisión, interés propio, abogacía, familiaridad o confianza, o intimidación. Si la importancia de estos factores en relación con las medidas de salvaguarda aplicadas es tal que compromete su independencia, el auditor de cuentas o la sociedad de auditoría se abstendrán de realizar la auditoría”. A continuación se indican los supuestos en los que se presume que no existe independencia.
No quiero cansar al lector, pero lo importante es que, con la nueva Ley, los propios auditores de cuentas serán los que deban establecer las medidas de salvaguarda de la independencia……. En definitiva, esto significa que ¿yo mismo debo establecer las medidas para establecer si soy o no independiente?.
La predicción del futuro. Esta claro que el auditor no es un “vidente”, pero obviamente entre los principios contables se encuentra el de “empresa en funcionamiento”, luego alguna responsabilidad debe tener por incumplimiento de este principio al menos, avisarnos de que se acerca una situación de crisis. Sé que es un tema muy polémico el planteado. En la entrevista concedida a Newman, éste piensa que, “….la auditoría mira mucho hacia el pasado. Informa acerca de cómo estaban las cosas hace un año. Es un modelo que responde a una época en la que los negocios no estaban globalizados. Pero ahora la información y las situaciones suceden mucho más rápido. El problema es que el modelo de la auditoría no ha experimentado grandes cambios que lo hagan más eficiente en un mundo global y mucho más complejo”.
En cuanto, a los servicios distintos del de auditoria, y si ésto es beneficioso no, pues hay opiniones para todos los gustos, Newman piensa (no podía ser de otro modo) que “ No es una cuestión de blanco o negro. Hace diez años, sin duda, la implicación de las auditoras con sus clientes en este aspecto era excesiva. Pero ¿es apropiado para una auditora prestar asesoría fiscal al tiempo que se audita? En mi opinión, sí. Se reducen los costes y es más eficiente”.
Es la opinión de Newman, pero hacer notar, que se queja de la falta de competencia en el sector, cuando por el contrario parece que quiero copar todos los servicios que se pueden ofrecer a una compañía. Contradicciones.
No obstante, presidente de KPMG en España, John Scott, niega que la calidad de las auditorias realizadas activase la crisis. "La calidad de las auditorías de los estados financieros no ha sido el principal problema de la crisis financiera". Esta afirmación la realiza en su introducción al primer Informe de Transparencia, lo que justifica al indicar que las firmas auditoras revisaron las cuentas con arreglo a las normas de auditoría vigentes y preparadas de acuerdo con las reglas contables en vigor.
Efectivamente, tal y como exige la nueva Ley de Auditoría, el Informe de Transparencia incorpora información sobre la estructura societaria de la firma, su control de calidad interno, sus políticas de independencia y un listado de las entidades de interés público que la firma audita en España. Pero yo digo, este informe de trasparencia es obligatorio en España, a partir de la entrada en vigor de la Ley 12/2010 de 30 de junio, por el que se modifica la Ley 19/1988 de 12 de julio de Auditoria de cuentas, que entraron en vigor el año pasado.
Pero, la crisis es de mucho antes.
Espero no haber cansado al lector, con todos estos problemas, que actualmente acucian al mundo de la contabilidad y la auditoria en concreto y sus posibles responsabilidades en la crisis actual.
Un saludo afectuoso
Gregorio Labatut Serer,
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En mi opinión, haciendo referencia al título del artículo, un auditor no debe de hacer predicciones del futuro, ya que no es vidente, pero pienso que los auditores si que tienen algo de responsabilidad en la crisis económica.
ResponderEliminarA mi parecer, gran parte de esta responsabilidad viene derivada del problema de la no independencia de los auditores. Todos sabemos que en este mundo hay mucho “amiguismo” por así decirlo, sobre todo cuando el auditor ya tiene mucha confianza con los directivos de las empresas a las que audita, y que en algunos casos pueden incluso ser familiares. Por ello, estos auditores tienen parte de responsabilidad de la crisis económica, por haber dado fe de que una empresa funcionaba de una manera correcta y adecuada, cuando realmente esto no era del todo cierto.
Por este motivo, no me parecería mala idea el tema de la rotación de los auditores, de esta manera, conseguiríamos evitar que aquellos auditores que llevan 5, 6 o más años en la misma empresa llegaran a un punto de confianza y amistad que hiciera precisamente que sucediera lo que he comentado anteriormente, el hecho de dar el visto bueno a una empresa que realmente no lo debería tener.
Así, cada 5 años (por ejemplo), cambiando el auditor, llegaría una firma nueva a una empresa en la que llevaban 5 años consecutivos recibiendo al mismo auditor, la auditoría nueva, al llegar a esta empresa y no tener esa confianza o amistad con ella, harían su trabajo mucho más a conciencia que el auditor anterior.
En cuanto a la prestación de servicios distintos a los de auditoría pienso que podría ser beneficioso para ambas partes. Ya que la auditoría podría llegar a conocer mucho mejor a su cliente y así podría prestarle un servicio de mayor calidad en todos los aspectos, tanto en auditoría, como en asesoramiento financiero y fiscal. Además, la auditoría reduciría costes y podría ser mucho más eficiente.
Hola Jorge: Nos encontramos con la Ley de Auditoría y el futuro reglamento, que interpreta que eso puede ser un motivo para que se vea comprometida la independencia necesaria.
ResponderEliminarUn saludo
Gregorio
En cuanto a lo dicho por Newman, pienso que la "solución" que propone no debería excluir la política de rotaciones, ya que el atraer a profesionales más capacitados al sector de la auditoria podría desembocar en una mejora en la competencia del mismo y permitir así que auditoras de menor tamaño entren en ese "juego" de las rotaciones.
ResponderEliminarAsí, complementando las políticas de rotación con una mayor promoción del sector hacia profesionales mejor cualificados, podría de esta forma, intentar solucionar la problemática de la alta concentración de las firmas de auditoría.
Pienso que algo de responsabilidad si tienen ya que son los auditores quienes emiten un informe de una sociedad que no corresponde con la realidad. Por ello, yo si vería entendible la rotación del auditor, para evitar que haya un exceso de confianza y el auditor opte por no dar una opinión fiable de la empresa.
ResponderEliminarY sobre la predicción de futuro opino que si un auditor lleva años trabajando en la misma empresa, a pesar de que no pueda saber al 100% lo que va a ocurrir, si puede tener una idea y poder anticiparse a posibles crisis que puedan haber.
Buenas tardes Gregorio:
ResponderEliminarEn mi opinión seria conveniente la rotación de los auditores para perpetuar la independencia del auditor, aunque cuanto más tiempo hayas ejercido como auditor en la empresa, con más exactitud contarán las predicciones de futuro.
Gracias , un saludo.
Javier Bru Cotino.
Buenas tardes Gregorio:
ResponderEliminarYo creo que Newman esta muy equivocado en el aspecto de que la rotación de las auditoras sería un problema a la hora de resolver la concentración ya que una elevada rotación a mi entender puede llegar a lograr que otras auditoras que se encuentran por detrás de estas se esmeren más en ofrecer calidad en el servicio y puedan llegar a competir con el big four, pienso que esta es una gran oportunidad que en el caso de que no se de esta rotación no tendrían.
Por otro lado si que es verdad que las auditoras tienen una parte de la culpa de la crisis que se dió pues son las encargadas de mostrar la imagen de la empresa, pudo ser que como en otras situaciones primó el dinero al buen hacer, por lo que pienso que lo que se debería cambiar más que el enfoque dentro de este mundo sería la ética de los trabajadores del sector, pues debería ser más valioso para los auditores el buen hacer que el obtener unas ganancias extraordinarias, mi solución sería fortalecer (como creo que se ha hecho en estos años) tanto el reglamento como las sanciones a quienes tengan un comportamiento como los permitidos antaño completamente deshonestos y poco éticos ya que no solo engañan a accionistas e inversores que ven oportunidades donde no las hay si no que esta claro como creo que se vió que finalmente afectan al contribuyente.
Un saludo, Enrique Domínguez Juanes.