La situación actual de la
auditoría en España es preocupante, muy preocupante. Son demasiados los escándalos
que se han producido en los últimos tiempos y que a la postre afectan a los
inversores.
Quizá el más sonado es el asunto
de la auditoría de Bankia del año 2011 y que propició su salida a bolsa.
Escribíamos un post en el me de
enero de 2014 titulado: “Qué está sucediendo con Deloitte y la auditoría deBankia? Exigimos más transparencia”.
En este post poníamos de
manifiesto la situación en la que se encontraba la empresa auditora con
respecto al ICAC, porque éste último le abrió un expediente como consecuencia
de la auditoría del año 2011. El ICAC argumentaba que la auditora no cumplió
con el requisito de independencia.
En ese momento la empresa
auditora se enfrentaba a “una
actuación por la que la auditora se expone a una retirada de la licencia
operativa y baja definitiva del registro oficial del sector o una multa de
hasta el 6% de sus ingresos por la verificación de cuentas en el último año, es
decir, un máximo de 14 millones”.
No hace falta que recordemos las consecuencias de la nefasta salida
a bolsa de Bankia. No hace falta que recordemos el sobreendeudamiento que este
país está soportando por el rescate bancario, fundamentalmente por Bankia. No
hace falta que recordemos todo eso.
Pues bien, podemos leer en Eleconomista.com que “La multa a Deloitte por su actuación en Bankia ascendería a 12 millones de euros”.
En el mismo medio se dice: “Según explica el rotativo, Deloitte no
auditó de forma objetiva las cuentas de Bankia en 2011, cuando la entidad salió
a bolsa, "porque porque era al mismo tiempo proveedor de otros servicios
de consultoría a la misma entidad financiera que presidía entonces Rodrigo
Rato"”.
Para llegar a esa conclusión habría que valorar cuales eran estos
otros servicios de consultoría, a cuánto ascienden los mismos, y la importancia
que tienen en el global. Todo esto debe haberlo valorado el ICAC, pero según la
Ley de Auditoría de Cuentas, debería haberlo hecho antes el auditor, y no
aceptar el trabajo si se ponía en duda su independencia.
Si seguimos leyendo más, podemos ver: “El ICAC detectó hace más de
un año irregularidades en los trabajos de Deloitte para Bankia, que llevaron al
Instituto a abrir un expediente por dos faltas muy graves y dos graves en la
auditoría de las cuentas del banco de los dos primeros trimestres de 2011,
claves para su debut bursátil”.
Pues bien, parece ser que esto se va a zanjar con una multa de 12
millones de euros.
No sé si es mucho o si es poco. No sé si la multa es proporcionada
o desproporcionada con la falta cometida, pero si se algunas cosas, como por
ejemplo:
1.
Valoración con respecto a la capacidad económica
del infractor. Doce millones de euros para mí es muchísimo dinero, pero la pregunta
es, ¿y para la empresa auditora?, no es lo mismo mi apreciación respecto a mis
ingresos, que la que pueda hacer la empresa auditora. Esto es ¿Qué supone esto
para Deloitte?
He intentado buscar en internet las Cuentas Anuales de
Deloitte SL, pero no lo he conseguido, por lo tanto no puedo saber la
valoración que la auditora puede haber hecho de esta cantidad.
2.
Valoración con respecto al daño causado. Sabemos
que la responsabilidad sobre las cuentas de Bankia de 2011, que propiciaron su
salida a bolsa, es de los administradores, y por ese motivo están en los
tribunales, y que el auditor refrendó las mismas dando su visto bueno. Por lo
tanto, ¿Qué daño se ha causado a los inversiones que confiaron en esas
cuentas?, ¿Cuál ha sido la cantidad que entre todos nosotros hemos tenido que
aportar, o aportaremos, para salvar a Bankia de la bancarrota?
3.
Y finalmente, una pregunta que me hago y que me
obsesiona es la siguiente: si la auditoría de las cuentas de Bankia de 2011
hubiera sido realizada de forma correcta, ¿Cuál sería la opinión?, ¿habría
salido a Bolsa Bankia con una opinión de auditoría independiente?
Lo dejo aquí, para que Vds.
opinen.
Un saludo dominical.
Gregorio Labatut Serer
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