Todo el mundo es consciente de la lucha que se está realizando en todos los
países civilizados contra el blanqueo de capitales. En España, la Ley 10/2010
de prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo obliga a determinados
sujetos obligados de la ley, entre los que se encuentran los asesores fiscales,
contables externos y auditores, a una serie de obligaciones con respecto a sus
clientes, que les supone una dedicación de tiempo, responsabilidades, costes de
administración, etc. de forma gratuita y que no se ve recompensada, sino más
bien, penalizada en caso de incumplimiento de las diligencia debidas respecto a
las obligaciones con los clientes, tal y como hemos estado explicando en otros post y en diversos cursos.
El objetivo, en sí no es malo, hay que luchar contra el blanqueo de capitales, pero sin embargo, por otro lado leo noticias como la de hoy en elpaís.com, donde se dice: “El nuevo oasis fiscal se llama Singapur. Berlíninvestiga a la banca suiza por transferir las fortunas de alemanes a Asia. Lalista de evasores estaba en un CD comprado a ejecutivos de Zúrich”
Al parecer
las relaciones entre el gobierno alemán y Singapur pueden verse enturbiadas “después
de que el fisco alemán descubriera, gracias al pago de varios millones de euros
a espías suizos, que los millonarios evasores fiscales germanos, que tenían
cuentas secretas en Suiza, decidieron trasladar sus fortunas a bancos de
Singapur. Según el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, el fisco
investiga a los bancos suizos UBS y Julius Bär, sospechosos de transferir
dinero de clientes alemanes a países asiáticos”.
“Singapur es mejor que Suiza”, según el título de un folleto que se puedeleer estos días en varias direcciones electrónicas alemanas, que recomiendan al
país asiático como un destino seguro para esconder los millones que dormían
pacíficamente en los bancos suizos. “Singapur ofrece seguridad y discreción”,
añade el folleto.
Ante todo esto, mi pregunta es la siguiente,: Si realmente se quiere luchar
contra el blanqueo de capitales y los defraudadores, y así parece según las
obligaciones impuestas a asesores fiscales, contable y auditores, entre otros
muchos sujetos obligados ¿porqué no se empieza por los paraísos fiscales?,
¿porqué se permite lo de Gibraltar?.
Un saludo afectuoso para todos
Gregorio Labatut Serer
Me ha parecido una reflexión muy interesante, ya que son muchos los que generan un debate alrededor de la existencia de los paraísos fiscales. Las opiniones respecto a estos suelen ser bastante dispares, generalmente aquellos con mucha capacidad económica suelen ver estos como algo positivo ya que les beneficia fiscalmente, mientras aquellos con una capacidad económica menor que luchan día a día para pagar los impuestos de su país ven esto como algo egoísta. Considero que el debate respecto a este tema siempre va a ocasionar opiniones contrarias, y también considero que mientras estos sigan existiendo el blanqueamiento de dinero va a estar a la orden del día, así que como bien dice el artículo, para acabar con esto hay que comenzar por terminar con los paraísos fiscales.
ResponderEliminarElizabeth González Valero.
Voy a comentar esta noticia llevada a la actualidad, es decir, al año 2023 en el que nos encontramos. Con ello, pretendo mostrar que tras más de 10 años luchando contra el blanqueo de capitales todavía no ha finalizado.
ResponderEliminarTras la pandemia, las alarmas recibidas en España al Sepblac sobre el blanqueo de capitales se disparó en un 51%. Esto se debe al desarrollo de los medios tecnológicos y nuevos instrumentos virtuales que elevan el flujo de información aumentando así el anonimato de los titulares y la opacidad de los fondos y movimientos.
En los lugares donde más se ha blanqueado dinero ha sido, por orden mayor a menor, en entidades de dinero electrónico, criptomonedas, comerciantes de joyas, asesores fiscales y juegos del azar, es decir, en el mundo más online ya no tanto en paraísos fiscales.
Como consecuencia de ello, aprobaron la Ley 11/2021 de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal que prohíbe los pagos en efectivo de más de 1000€.
Para finalizar con ello, han propuesto un organismo el cual poseerá competencias en tres ámbitos: la supervisión de las obligaciones contra el blanqueo en los Veintisiete, la coordinación de sus unidades de inteligencia financiera y el desarrollo normativo de ambas materias cuya sede puede que se localice en Madrid.