He leído en Eldiariomontañes.es la siguiente noticia “Taguas aboga por subir la fiscalidad”. Leo con detalle la misma, y se indica que “El ex asesor económico del presidente del Gobierno, David Taguas, tiene clara la receta para rebajar la factura energética: subir mucho aunque de manera temporal el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos”.
Esto es incrementar los impuestos al consumo de gasolina. En la noticia citada, se indica que “Taguas insinúa un alza próxima al 20% para, así, frenar realmente el consumo. «Se trata de evitar la utilización indiscriminada del automóvil», sentencia mientras prevé un avance del 1,1% del PIB para 2011, algo menos que el Ejecutivo”.
Vamos por partes. Lo primero, menos mal que este señor es ex asesor, pero quizá esto llegue a oídos del Gobierno y finalmente se adopte la medida.
Y no lo digo sólo porque la subida del carburante me afectaría directamente, al igual que afectaría a cualquier ciudadano de a pie. Bastante tenemos ya con el coste que tenemos que soportar por el obligado cambio de neumáticos. Y bastante estupefactos estamos por la limitación de velocidad y por la incoherente ayuda del gobierno en el transporte aéreo de los árabes.
Lo digo, sobre todo, por todas las empresas que se encuentran tocadas (y casi hundidas) por la crisis. Por las empresas de transporte. Más aún, por todas aquellas empresas que dependen del transporte de su producto para su comercialización. ¿No creen, Sres. del Gobierno que son muchas, muchísimas las empresas a las que una subida del carburante estrangularía más todavía sus ya maltrechos resultados?. ¿De verdad sería ésta una medida anticrisis?
Para estas empresas, la defensa sería trasladar el incremento del coste al precio de su producto (o se incrementa el precio o se disminuye el margen, no hay más). Con lo cual, indirectamente me terminaría afectando. Al igual que afectaría a cualquier ciudadano de a pie. En definitiva, afectaría a la inflación. Si a esto le unimos la subida de tipos de interés anunciada por el BCE, pues qué quieren que les diga… Miedo me da imaginarlo. Estoy por vender mi coche (y mi plaza de garaje, total, para qué la quiero) para poder enfrentarme a la que se nos cae encima.
¿No creen que sería mejor concentrarnos en salir de la crisis y que cualquier medida que se tomara se destinara a proteger a las empresas y a fomentar el empleo?. Sólo así se conseguiría incrementar el consumo y cambiar la tendencia a la baja que, lamentablemente, sigue teniendo.
¿Qué sucederá entonces?, por un lado el Gobierno saciará sus sedientas arcas, que falta le hace, pero por otro lado incrementa considerablemente el precio de un producto como la gasolina. ¿a quién afecta?, por un lado a los particulares u por otro lado a al sector del trasporte.
Veamos cada uno de ellos como reacciona. El particular, pues a lo de siempre, por un lado le dicen que haga un esfuerzo y renueve su coche (extinguido plan renove), que cambie las ruedas, que no conduzca por carreteras cuatro carriles a más de 110, y finalmente que deje su coche apartado en la calle, porque con todos estos gastos ha tenido que vender su plaza de garaje. ¡Contradicciones¡.
A las empresas de transportes, estos no tienen más remido que trasportar, en consecuencia, tendrán que pagar, pagar el incremento de la gasolina impuesto por la crisis de Libia, pagar el incremento en el Impuesto especial sobre hidrocarburos que propone el Sr. Taguas, pagar el cambio de las ruedas, pagar………, y pagar. Esto que significa, incremento de sus costes, y si no puede repercutirlos, problemas, concurso, cierre y paro. ¡Contradicciones¡.
En estos momentos, mucho cuidado, cualquier medida que se tome no debe ir en contra de la recuperación económica, esto es no debe incrementar ni un céntimo los costes empresariales.
Y por favor, ruego a los responsables económicos que esto lo tenga muy en cuenta. Por lo tanto si el problema es que sube el precio del crudo por la crisis de Libia, la solución no es nunca subirlo más, “a ver si revienta”.
Un saludo afectuoso para todos
Gregorio Labatut Serer
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Esto es incrementar los impuestos al consumo de gasolina. En la noticia citada, se indica que “Taguas insinúa un alza próxima al 20% para, así, frenar realmente el consumo. «Se trata de evitar la utilización indiscriminada del automóvil», sentencia mientras prevé un avance del 1,1% del PIB para 2011, algo menos que el Ejecutivo”.
Vamos por partes. Lo primero, menos mal que este señor es ex asesor, pero quizá esto llegue a oídos del Gobierno y finalmente se adopte la medida.
Y no lo digo sólo porque la subida del carburante me afectaría directamente, al igual que afectaría a cualquier ciudadano de a pie. Bastante tenemos ya con el coste que tenemos que soportar por el obligado cambio de neumáticos. Y bastante estupefactos estamos por la limitación de velocidad y por la incoherente ayuda del gobierno en el transporte aéreo de los árabes.
Lo digo, sobre todo, por todas las empresas que se encuentran tocadas (y casi hundidas) por la crisis. Por las empresas de transporte. Más aún, por todas aquellas empresas que dependen del transporte de su producto para su comercialización. ¿No creen, Sres. del Gobierno que son muchas, muchísimas las empresas a las que una subida del carburante estrangularía más todavía sus ya maltrechos resultados?. ¿De verdad sería ésta una medida anticrisis?
Para estas empresas, la defensa sería trasladar el incremento del coste al precio de su producto (o se incrementa el precio o se disminuye el margen, no hay más). Con lo cual, indirectamente me terminaría afectando. Al igual que afectaría a cualquier ciudadano de a pie. En definitiva, afectaría a la inflación. Si a esto le unimos la subida de tipos de interés anunciada por el BCE, pues qué quieren que les diga… Miedo me da imaginarlo. Estoy por vender mi coche (y mi plaza de garaje, total, para qué la quiero) para poder enfrentarme a la que se nos cae encima.
¿No creen que sería mejor concentrarnos en salir de la crisis y que cualquier medida que se tomara se destinara a proteger a las empresas y a fomentar el empleo?. Sólo así se conseguiría incrementar el consumo y cambiar la tendencia a la baja que, lamentablemente, sigue teniendo.
¿Qué sucederá entonces?, por un lado el Gobierno saciará sus sedientas arcas, que falta le hace, pero por otro lado incrementa considerablemente el precio de un producto como la gasolina. ¿a quién afecta?, por un lado a los particulares u por otro lado a al sector del trasporte.
Veamos cada uno de ellos como reacciona. El particular, pues a lo de siempre, por un lado le dicen que haga un esfuerzo y renueve su coche (extinguido plan renove), que cambie las ruedas, que no conduzca por carreteras cuatro carriles a más de 110, y finalmente que deje su coche apartado en la calle, porque con todos estos gastos ha tenido que vender su plaza de garaje. ¡Contradicciones¡.
A las empresas de transportes, estos no tienen más remido que trasportar, en consecuencia, tendrán que pagar, pagar el incremento de la gasolina impuesto por la crisis de Libia, pagar el incremento en el Impuesto especial sobre hidrocarburos que propone el Sr. Taguas, pagar el cambio de las ruedas, pagar………, y pagar. Esto que significa, incremento de sus costes, y si no puede repercutirlos, problemas, concurso, cierre y paro. ¡Contradicciones¡.
En estos momentos, mucho cuidado, cualquier medida que se tome no debe ir en contra de la recuperación económica, esto es no debe incrementar ni un céntimo los costes empresariales.
Y por favor, ruego a los responsables económicos que esto lo tenga muy en cuenta. Por lo tanto si el problema es que sube el precio del crudo por la crisis de Libia, la solución no es nunca subirlo más, “a ver si revienta”.
Un saludo afectuoso para todos
Gregorio Labatut Serer
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