En los últimos días estamos asistiendo a la agonía de la economía griega. Grecia está a punto de entrar en quiebra, un país entero parece que no puede hacer frente a sus deudas y necesita un segundo” rescate” por parte de la Unión Europea.
Quien tiene que aportar los fondos (Alemania y Francia principalmente, los coloso de la Unión) no se ponen de acuerdo en cuanto a la forma en la que debe realizarse el rescate, esto provoca reticencias en los mercados que aumentan sus condiciones para prestar a los “más necesitados” y por lo tanto la “prima de riesgo de Grecia” y los países periféricos (como son España, Italia, Portugal e Irlanda, repercute sobre los pobres) sube con respecto al bono alemán (la locomotora de Europa).
Las condiciones que se le van a imponer a la economía griega para solucionar sus problemas de solvencia son muy duras, debe de restringirse aún más sus gastos, el Gobierno griego está atado de pies y manos, no puede hacer nada más que aceptar las “leoninas” condiciones que se le van a imponer: disminuir sensiblemente sus gastos (funcionarios, inversiones, etc.), el Gobierno griego se va a ver obligado a tomar medidas contarías a las que se deberían de tomar para estimular la economía y hacerla salir de la crisis al país.
Si en momento de desaceleración y estancamiento, se toman medidas restrictivas respecto a la inversión pública, el estancamiento y la pobreza están aseguras, el Gobierno en momento de crisis debe de servir para tomar medidas que aceleren el empleo y la producción (esto es debe de incrementar el gasto en inversión), pero la Unión Europea impone medidas contrarias, con lo cual va a ser imposible que Grecia salga de la crisis con estas medidas. ¿Es la solución inyectar dinero a la economía griega, pero restringiendo sensiblemente su gasto público? ¿Ayuda esto a salir de la crisis?, ¿es pan para hoy pero hambre para mañana?
Conclusión, “si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. El vecino es Grecia, las barbas la economía griega, nosotros somos España.
Yo me pregunto, ¿es posible dentro de una economía clásica que un país (o grupo de países) pobres (como Grecia, Portugal, España e Irlanda) tenga un una moneda fuerte (más que la de los americanos) y puedan salir de la crisis?, ¿no será la solución de estos países periféricos (entre los cuales nos encontramos) salir de la zona euro?, y de este modo poder utilizar la devaluación de la moneda, para bajar los precios respecto al exterior y aumentar las exportaciones. ¿Es posible que un país pobre tenga una moneda fuerte? ¿Qué repercusiones tiene esto en su economía?
¿Alguien pude orientarme al respecto?
Un saludo cordial para todos los lectores.
Gregorio Labatut Serer
Me parece muy interesante la reflexión. Yo añadiría que no se está explicando cuales serían exactamente los inconvenientes para el deudor si abandona, aunque sea temporalmente, el euro y recupere con ello la capacidad de tener una política monetaria propia. Está claro cuales serían los inconvenientes para los acreedores: pérdidas importantísimas. Pero ¿Serían los inconvenientes para el deudor más graves que las consecuencias de las políticas que les quieren imponer?
ResponderEliminarHola Antonio:
ResponderEliminarMuchas gracias Antonio por tus aportaciones, ciertamente desconocemos cual sería el coste de salirse de la zona euro, pero la realidad es que las "medidas de ajuste" que impone la Unión Europea son contrarias a la reactivación económica. Veáse el caso griego.
Un saludo cordial
Gregorio Labatut