Hace algunos meses, ya nos planteábamos esta pregunta en un
post titulado: Al final, ¿quién paga impuestos en España?, y ahora nos hacemos la misma pregunta, pero quizá con más
fuerza todavía.
El artículo 31 de la Constitución española dice que:
"Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con
su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los
principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance
confiscatorio".
De este modo, nuestra Constitución determina que quienes más
dinero tengan deberán aportar más al fondo común para el pago de los bienes y
servicios públicos (principio de progresividad).
¿Se cumple realmente este precepto de la Constitución?
Pues, yo creo que no, y por diversos motivos, que voy a
exponer:
- Por mayores posibilidades de acogerse a
beneficios fiscales por las grandes empresas.
- Por realización de “ingenierías financieras”.
- Por “chantaje.
1.- Por mayores posibilidades de acogerse a beneficios
fiscales por parte de las grandes empresas.
Efectivamente, esto es un hecho
demostrado. El tipo impositivo nominal del impuesto sobre sociedades, es
generalmente del 30 % para las compañías normales y el 25 % para empresas de
reducida dimensión.
Pues bien, está demostrado que
las empresas cuanto mayor es su tamaño, menor es su tipo impositivo efectivo (lo que
realmente pagan). Esto es un hecho demostrado, ya que “Según los datos de laAgencia Tributaria, según va creciendo de tamaño la compañía, menos paga. Por ejemplo, una pyme tributa a un tipo efectivo del 23%, frente al 20% de la gran empresa y al 14,5% de los grupos consolidados”.
Sin comentarios. ¿Dónde queda el
principio de progresividad?
2.- Por la realización de “ingenierías financieras”.
Efectivamente, posibilidades de
acogerse a beneficios fiscales en otros países de nuestro entorno o en paraísos
fiscales.
Un ejemplo es INDITEX, que ha decidido canalizar
todas sus operaciones de comercio electrónico a través de una sociedad
irlandesa, ITX E-Commerce Ireland Limited, con domicilio social en la quinta
planta del edificio de oficinas Hainault House, en la calle de St.Stephen's
Green de Dublín, así tributarán al
12,50 % por impuesto sobre sociedades frente al 30 % que deberían pagar en
España.
Y así podríamos encontrar muchos más ejemplos.
3.- Por “chantaje”.
Sí, efectivamente, por chantaje. Y de éstos
tenemos varios ejemplos:
El primero: La reciente “amnistía fiscal” para unos, y “regulación
fiscal” para otros, con una tributación del 10 %, cuando su capacidad
tributaria es mucho mayor.
El segundo: Las SICAV. No lo digo yo, podemos leer en ElMundo.es: “El Gobierno rechaza cambiar la fiscalidad de las Sicav para evitar su huida a otros países”. Las Sicav tributan un 1% del Impuesto de Sociedades. Las plusvalías tienen una fiscalidad del 27% frente al 52% máximo de IRPF. Sólo se aplica el tipo del IRPF de vender acciones en menos de dos años.
Sin comentarios, pura aplicación del “principio de progresividad”.
Al final de todo esto, dos preguntas:
- ¿quién paga impuestos realmente en España?
- ¿Dónde quedan los principios constitucionales de
igualdad y progresividad?
Un cordial saludo para todos.
Gregorio Labatut Serer
La semana pasada, mientras yo leía el periódico, un amigo mio me dijo: "...tio, de verdad, olvídate de todas esas milongas, aquí sólo pagamos impuestos tú y yo...".
ResponderEliminarEmpiezo a creer que es cierto.
Saludos.