He tenido ocasión de leer una serie de artículos que ABC.es
ha publicado con el Título: De la familia Larra a Gowex, los grandes fraudes que han marcado a España.
Se hace un breve recorrido desde Larra 1.870 hasta Gowex, y
seguro que no están todos, ni mucho menos, sino los más sonados y conocidos.
Yo creo que el fraude o “la picaresca” en el caso español
proviene desde el “Lazarillo de Tormes” (anónimo 1554), cuando el ciego le
comenta al lazarillo: “No te comas las uvas de tres en tres”. Y el lazarillo le
contesta: ”¿Cómo sabe que me las como de tres en tres?”, y el irónico ciego le
contesta: “Me las como yo de dos en dos y no dices nada”.
Pues bien, esta cultura de “meter mano en la caja todos, y
todos callamos” parece que está instaurada en lo más profundo de nuestros genes
latinos. Tenemos reciente pruebas fehacientes como el tema de las comisiones, en
el que se produce: cobras tú, cobra él, cobramos nosotros, todos cobramos y
todos callamos, por ejemplo caso Barcenas, caso Pujol, caso Marbella, etc, etc.
Pero bueno, volviendo a ABC.es, destaca los siguientes escándalos
por fraudes:
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Baldomera Larra, hija del escritor y periodista,
Mariano José de Larra (1876): “….ante su precaria situación comenzó a acudir a
prestamistas. Los intereses que tenía que pagar eran tan altos que a cambio
prometía el doble de lo que le habían prestado. Sin embargo, el dinero que
devolvía procedía de otro cliente al que le había hecho la misma oferta”. Creo
que es el primer fraude piramidal que se ha producido.
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Carlo Ponzi hacia 1920. “….vio un suculento
negocio en los cupones de respuesta internacional que la gente enviaba desde
Europa a sus familiares. Debido al tipo de cambio estos cupones tenían un valor
superior en América del Norte y partiendo de esa base Ponzi creó su propia
compañía: Security Exchange Company, en la que se prometían altos beneficios a
los inversores. Todo se vino abajo cuando el diario The Boston Globe descubrió
que Ponzi pagaba parte de esos intereses con el dinero de otros inversores
hasta crear una inmensa pirámide fraudulenta. Es lo que se conoce como el
«esquema de Ponzi»”.
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Actual: “1.990 el Grupo Torras, propiedad casi
en su totalidad del grupo inversor kuwaití KIO, presentó suspensión de pagos
con un pasivo cercano a los 1.428.571 euros”. “La agencia de valores Gescartera
sufría pérdidas de hasta 100 millones de euros (alrededor de 17.000 millones de
pesestas)”.
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Y más reciente: Forum filatélico, Pescanova,
Nueva Rumasa, etc.
¿En qué país vivimos?
Un saludo a todos los amables lectores.
Gregorio Labatut Serer
Hombre, menos mal que alguien al fin tiene pelotas para decir la verdad. Aplausos, Gregorio, por esta entrada valiente y veraz. Comparto contigo y coincido en tu apreciación literaria como símil del choriceo contemporáneo, pues justo les digo continuamente a los que me rodean: Aún vivimos en el país del Lazarillo de Tormes...Y, ¡sí!, vivimos en un país de chorizos, donde muchos políticos y banqueros han metido y meten la mano, hasta que se han cargado España, que ahora es un juguete roto, y el pato le estamos pagando el pueblo llano. O, ¿qué pasa?, ¿es que no se puede decir la verdad y hay que mirar para otro lado?: Desde la cúspide del Estado y de Bancos y Multinacionales, hasta alcaldes de pedanías, directores locales de bancos y pequeños empresarios con ramificaciones en los ayuntamientos la están mangando, incluyendo los "peazo sueldacos" y pensiones vitalicias que se colocan los getas e impresentables estos, y eso es así, y lo vemos y sabemos tod@s, y no decimos ni "¡mu!" y, por eso, no tenemos lo que nos merecemos, pero sí lo que aguantamos, así de claro y contundente, pues ahora mismo teníamos que estar en pié de guerra con las cacerolas y los cazos golpeando y metiendo ruido contra esta mafia legal e institucionalizada que nos desgobierna...¡¿Hasta cuándo?!...
ResponderEliminarCompadreo e impunidad, esas son las claves. Hace no mucho en la Cámara de los Comunes se descubrió que sus señorías cargaban sus gastos personales, casi íntimos a la Cámara. Hubo campaña de prensa, escándalo y dimisiones. Aqui ya lo sabemos, cuando sus señorías cobran dietas, teniendo pisos en Madrid. Y ni se despeinan.
ResponderEliminarComo he leído en un libro, la corrupción está en nosotros cuando del cumplimiento de la ley solo queremos evitar el castigo. Quizá eso explique la aceleración en la frecuencia de los sucesos...
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog.