Es conocido por todos las
dificultades que está atravesando actualmente los servicios de auditoría en
España. Los últimos escándalos financieros están mermando la credibilidad y la
utilidad del trabajo del auditor de cuentas. No hace falta que los recuerde,
están en los medios de comunicación económica todos los días.
La Unión Europea ha tomado cartas
en el asunto y ha publicado dos documentos importantísimos:
1.- Reglamento (UE) Nº 537/2014
del Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de abril de 2014 sobre los
requisitos específicos para la auditoría legal de las entidades de interés
público y por el que se deroga la Decisión 2005/909/CE de la Comisión.
2.- Directiva 2014/56/UE del
Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de abril de 2014 por la que se modifica
la Directiva 2006/43/CE relativa a la auditoría legal de las cuentas anuales y
de las cuentas consolidadas.
Por cierto, muy criticado entre
los auditores porque se quejan de no haber participado, o haber participado muy
poco en la elaboración del mismos y piensan que España se ha anticipado incluso
excedido a las medidas exigidas por la Unión Europea.
Fundamentalmente las
modificaciones del anteproyecto afectan en los dos sentidos:
-
Obligación de rotación.
-
La prestación de servicios distintos de la
auditoría.
De este modo parece que se reduce
a un máximo de 15 los años en los que un auditor puede prestar sus servicios a
la empresa (máximo 9 años con dos prórrogas posibles de tres años cada una), y
se limita muchísimo la posibilidad de prestar otros servicios distintos de los
de la auditoría.
Para las empresas de “interés público”
se establece un máximo de siete para el auditor y el equipo de auditoria.
Todo ello, porque se quiere
preservar la “independencia” del auditor.
Es fundamental, y así se indica
en la Ley de Auditoría, que el auditor mantenga una posición de independencia
con respecto a la empresa auditada.
Esta independencia, parce que se
puede ver afectada por:
-
Mantenimiento de forma infinita en la empresa.
Para ello es necesario una regulación de la rotación obligatoria
-
Por la prestación excesiva de servicios
distintos a los de auditoría de cuntas.
Por tanto, se quiere limitar
estas dos cuestiones.
Pero en mi opinión existen otras cuestiones
que también afectan a la independencia, como son:
-
Tendencia a la baja del precio de los servicios
de auditoría y calidad del trabajo realizado
-
Expectativas de los usuarios.
-
Nombramiento del auditor
Pasamos a comentar estos puntos: