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jueves, 2 de junio de 2011

Estamos en déficit, cada euro que nos gastamos hay que financiarlo en los mercados.

Esto es una máxima que los financieros tenemos muy presente. Cuando una empresa tiene pérdidas, y por lo tanto no tiene autofinanciación, tiene que saber que cada euro adicional de gasto que se realice tiene que ser financiado por préstamos, esto es,  por financiación ajena. Esta financiación ajena tiene un coste, los intereses, por lo que esta financiación depende de los “temibles mercados”, puesto que tenemos que acudir a ellos para que nos presten el dinero que no tenemos.

A nivel nacional pasa lo mismo, entonces hay que seguir recordando que , ¡señores estamos en déficit!, lo que implica que cualquier euro que el Gobierno destine en sus presupuestos al gasto público tiene que ser financiado, hemos agotado nuestra capacidad de autofinanciamiento, (que por cierto cada vez es menor ya que se nutre de impuestos sobre sociedades y personas físicas cada vez más empobrecidas) por lo tanto, hay que acudir a los “temibles mercados” para que nos presten el dinero que no tenemos, y como cada vez se pide más y más dinero, los “temibles mercados” piden más y más garantías, y como no las hay pues suben el tipo de interés (los euros prestados son más caros) y baja el rating (calificación de garantía) del Estado Español.

Esta es la situación, así que el gasto público debe estar en estos momentos perfectamente estudiado, medido, delimitado y distribuido según las necesidades más imperiosas. El gasto público debe servir, principalmente, para acelerar el crecimiento de las empresas y ayudarlas en sus necesidades diarias, de modo que puedan sobrevivir. Después ya vendrán otras cosas. Ese debe ser el criterio, porque como dicen en mi tierra (ya lo he repetido en alguna ocasión), “el que no tiene arroz no puede invitar a paella”.

Hay que seguir recordando, que no estamos en un país de ricos, donde sobra de todo y en el que, en condiciones de abundancia, normalmente se relaja el gasto. Estamos en un país de pobres con cinco millones (casi) de parados. Dicho de otro modo, España no es Alemania, ni Francia, ni Bélgica, ni Dinamarca, más bien es Portugal, Irlanda y Grecia. Esto es, hay más cosas que nos unen a los pobres que a los ricos.


La primera impresión es buena, y veo que se trata de ayudas para las Pymes, ¡qué bien!, ayudas para financiar a las Pymes, el motor de la economía española, ¡por fin, por fin se toma alguna medida coherente!, pero la segunda impresión me intimida, ¿este dinero es para financiar a las pymes, pero por qué motivo?, ¿se trata de ayudas a las pymes para incrementar su competitividad?, ¿para aumentar su productividad?, ¿para mejorar su financiación y el acceso al crédito?, ¿para ayudar en planes de fomento de la innovación tecnológica?, en definitiva, ¿se trata de planes que mejoren su estructura económica y financiera, que mejoren su posición frente a la competencia exterior, que mejoren sus posibilidades de exportación……..?

Pues no. Otra vez no. No se trata de financiar nada de eso. Se trata de otra medida, pero sin solución alguna.

¿Qué se trata de financiar pues?

Pues se trata de financiar, (textualmente) “...la elaboración e implantación de un plan de igualdad tendente a alcanzar en la empresa la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres y a eliminar la discriminación por razón de sexo en las pequeñas y medianas empresas y otras entidades”.

Me quedo un poco boquiabierto, no sé….., en principio parece ser que tiene “buena cara”, se trata de que los hombres y mujeres tengamos las mismas oportunidades de trabajo. Recordar que hay casi 5 millones de trabajadores y trabajadoras en paro, ¿me gustaría saber cuántos son hombres, cuántos son mujeres, cuantos nacieron en el Congo, cuantos llevan pantalones vaqueros, cuántos son pelirrojos, cuántos….. cuántos….. cuántos…..etc..?, pero me pregunto, ¿para qué?, ¿eso mejoraría las condiciones de empleo?, esto es, ¿esta medida creará más empleo?, ¿favorecerá los cauces para que las empresas contraten más?.

Sigo leyendo los objetivos de la convocatoria, en la que dicho sea de paso, parece ser que el Gobierno se va a gastar algo así como más de cincomillones de euros. De los que no tiene, de los que tiene que pedir prestados a los “temibles mercados”.

Sigamos leyendo: “Los planes de igualdad que se presenten deberán impulsar principalmente acciones en relación con las áreas de trabajo que se especifican a continuación:


a) Área de acceso al empleo: Igualdad de oportunidades en el acceso a cualquier puesto de trabajo dentro de la organización.


b) Área de condiciones de trabajo.


c) Área de promoción profesional y formación.


d) Área de ordenación del tiempo de trabajo.


e) Área de prevención y actuación frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo.


f) Uso no discriminatorio del lenguaje, la comunicación y la publicidad.

En concreto las ayudas son para financiar los siguientes gastos en los que van a incurrir las empresas:

“a) Importe correspondiente al coste derivado de la asistencia técnica, en su caso, para el apoyo en la elaboración del diagnóstico de la situación de la entidad en relación con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

b) Gastos derivados de la elaboración e implantación del plan de igualdad, como pueden ser los que provengan del asesoramiento técnico que pudiera requerirse para elaborar el plan de igualdad.

c) Gastos derivados de la implantación de la primera fase de aplicación de las medidas establecidas en el plan de igualdad, tales como los derivados de campañas de sensibilización interna y/o externa, acciones de formación, de promociones, nuevas contrataciones

2.3 El plan de igualdad puede ser elaborado directamente por personal de la propia entidad o por una entidad externa especializada en igualdad y no discriminación en las relaciones laborales, hasta un porcentaje, en este último caso, que no podrá superar el 50% del importe subvencionado.

Deberá resultar acreditada la implicación de la dirección de la entidad y de la representación legal del personal de la entidad en todo el proceso y la documentación que se derive de él, así como la capacitación profesional y especialización en igualdad de género de las personas que elaboren esta documentación”.

Ya no sigo leyendo más, o sea que van a repartir como máximo 800.000 euros a cada una de las empresas que quieran involucrarse en el tema de la igualdad y que acometan estos “gastos con ilusión, valentía y decisión”, y luego les van a subvencionar parte de esos gastos, porque no se los van a subvencionar todos.

En estos momentos en los que las Pymes están más preocupadas en incrementar sus ventas (que están por los suelos) y en cobrarlas, en conseguir financiación para poder pagar el día a día, para financiar los gastos de su explotación, ahora, ahora, se les pide que se embarquen en más gastos para conseguir la igualdad, y el Gobierno les pagará parte de estos gastos (cuando pueda), y sacará el dinero de los “temibles mercados”.

No soy contrario a la igualdad, ni mucho menos, pero ¿quiere decir que en un avión la tripulación tiene que ser por igual mujeres, hombres, personas de color, personas de no color, personas asiáticas, personas del África tropical, hombres, mujeres con más de 50 años, de menos de 50 años, de más de 25, de menos de 25….…..? ¿y qué más da?, si tenemos cinco millones de parados, ¿están las empresas preocupadas por estos temas, ahora?. ¿Va a crear esta medida, y este dinero que vamos a pedir prestado, más puestos de trabajo?

Lo dudo, me parece que es desafortunada en el momento en la que se realiza, al igual que el cambio de orden de los apellidos, eso se hace cuando la economía va bien, cuando las empresas crean empleo, cuando las empresas tienen cubiertos sus necesidades mínimas, pero… ¿es apropiada en estos momentos?,

Para mí es lo mismo que si a un enfermo que está en la UVI, le dijeran que le van a financiar una estancia de 10 días en Nueva York. ¡Lo primero será sacarlo de la UVI! ¿no?.

No sé si estoy equivocado en mis planteamientos, pero si es así ruego me corrijáis.

Un cordial saludo para todos

Gregorio Labatut Serer
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