Hace aproximadamente un mes y medio escribí un post titulado
“La utopía del cambio político”.
En él poníamos de manifiesto la necesidad de luchar
activamente contra la corrupción política. Y una de las medidas que en mi
opinión no favorece esa lucha es el nombramiento a dedo de los altos cargos,
asesores y demás responsables de direcciones generales, subdirecciones,
gerencias, etc.
En el post se decían cosas como: “¿Quiénes eran nombrados?,
pues los amiguetes del partido, del colegio, de la facultad, familiares,
allegados, etc. Esto es, cuando hay un cambio de gobierno, hay personas que
están esperando que les den un puesto de responsabilidad, con los consiguientes
emolumentos, como es lógico”.
Este sistema de nombramiento digital no favorece en nada la
lucha contra la corrupción, porque se coloca como responsable máximo a personas
por su afinidad y “confianza” y no por su competencia profesional.
En definitiva, poco o nada, tiene que ver el nombramiento
con la trayectoria profesional ni por el entendimiento, formación y experiencia
en la materia del candidato, y además desde el punto de vista económico es una sangría
que este país no puede ni debe soportar.
La pregunta es ¿asesores de qué?, ¿por qué motivo un político
necesita seis o siete asesores?, en mi opinión para nada. Vamos a ver, un político lo que debe hacer es política, y si es político se supone que sabe de política y tiene la suficiente experiencia y bagaje para poder hacer política.
¿Qué más necesita?, cuestiones administrativas, pues para eso están los señores funcionarios que entienden de cuestiones administrativas, y tiene todo un departamento a su disposición.
Si el político quiere otro tipo de asesores, como asesores
de imagen, de marketing, etc, pues que se los pague él mismo de su bolsillo. Si
quieren “palmeros”, que se los paguen también.
¿Va a cambiar algo con la toma de posesión de los nuevos gobiernos
autonómicos y municipales?, pues parece que no.
No me importa el color del partido del político de turno. Me
es igual que sean blancos o negros, porque al parecer todos actúan de forma más
o menos similar, y en definitiva todo esto nos cuesta el dinero a los mismos.
Podemos leer en Menorca.info: “El joven de 20 años nombrado asesor de la Conselleria de Salud presenta su renuncia”
No es el único caso, también se puede leer en
“lasprovincias.com”,con respecto a la Comunidad Valenciana, lo siguiente: “Puig creará puestos de Alto Comisionado para los grandes temas”
También se dice: “Los equipos negociadores de ambas
formaciones cerrarán a lo largo de la jornada de hoy la estructura del segundo
escalón, que estará formado por catorce secretarías autonómicas. Queda por
conocer qué número de directores generales de cada área se mantienen, para
conocer el número final de altos cargos del nuevo gobierno”.
Sí, sí, todo esto a cargo del erario público, que es
infinito.
¿Cuándo acabaremos con la sangría del nombramiento de
asesores?
Un saludo cordial para todos y feliz verano, veremos qué
pasa en Septiembre.
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