Acabo de leer en Expansión.com el artículo titulado: “Elestricto test que tendrán que aprobar los altos cargos antes de ser nombrados”
Lo más curioso es que lo incluyen en el apartado de “funcionarios”,
¿Qué tendrán que ver los altos cargos con los funcionarios?, pero bueno en el artículo
se indica que a “El Ejecutivo publicó ayer en el BOE una orden ministerial de
48 páginas con el completo cuestionario que tienen que completar en el futuro
los directivos del sector público para ser considerados idóneos para ejercer su
nuevo puesto”.
En el cuestionario, parece ser, que aparecen cuestiones
tales como:
-
“Declaro... Que no he sido condenado, que no he
sido inhabilitado, que no haber sido multado”.
-
“…..tendrán que marcar con una cruz una casilla
de "sí" o "no" para declarar, por ejemplo, si han
"sido condenados por sentencia firme a pena privativa de libertad".
-
“……que "no" han "sido condenados
por sentencia firme por la comisión de delitos de falsedad, contra la libertad,
contra el patrimonio y orden socioeconómico, la Constitución, las instituciones
del Estado, la Administración de Justicia, la Administración Pública, la
Comunidad Internacional; de traición y contra la paz o la independencia del Estado
y relativos a la defensa nacional; y contra el orden público, en especial el
terrorismo".
-
“…….no ha "sido inhabilitado o suspendido
para empleo o cargo público" o "haber sido sancionado por infracción
muy grave por Ley 19/2013 de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la
información pública y buen gobierno"
-
“…….tendrán que rellenar decenas de páginas más
con información tributaria o posibles conflictos de intereses”.
-
“Sin embargo, no habrá ningún apartado en el que
tengan que declarar si están o no imputados en el algún procedimiento judicial…..”
Pero, yo me pregunto ¿para qué todo este paripé?, ¿para qué
esto, cuando todo va a continuar igual con respecto a los altos cargos?, ¿o
acaso los nuevos gobiernos autonómicos y municipales van a terminar de una vez
por todas con el nombramiento a dedo de los altos cargos?, pues parece que la
respuesta es no. Que van a seguir igual.
Me explicaré. Hasta ahora, y parece ser que nada haga sospechas
que esto va a cambiar ni un ápice, los altos cargos, asesores y demás era
nombrados por el gobernante de turno, nacional, autonómico, o municipal. ¿Qué significa
esto?, pues que se nombraba a directores generales de sanidad, de educación, de
asuntos sociales, etc……. (nacionales o autonómicos), pero no solo eso, sino a
subdirectores, gerentes de sanidad, de educación, etc….. En fin toda una retahíla
de personas de “confianza”, que son nombrados a dedo por el político de turno que
gobierna en la ciudad o en la comunidad, o incluso en el gobierno de Madrid.
¿Quiénes eran nombrados?, pues los amiguetes del partido,
del colegio, de la facultad, familiares, allegados, etc. Esto es, cuando hay un
cambio de gobierno, hay personas que están esperando que les den un puesto de
responsabilidad, con los consiguientes emolumentos, como es lógico.
Pero, yendo al fondo del asunto ¿Por qué eran nombradas
estas personas?, ¿por su valía?, ¿por su trayectoria profesional?, ¿por su
conocimiento en las altas responsabilidades asumidas?, pues no. En absoluto,
más bien con su relación con el partido o con el político que los nombra.
Vamos, son cargos de “confianza”.
Con lo cual, podría darse el caso que algunos de estos altos
cargos hubieran sido ocupados por personas totalmente incompetentes, digo que
podría…… no digo más.
¿Por qué digo que podría?, pues porque el nombramiento nada
tiene que ver con la trayectoria profesional ni por el entendimiento en la
materia del candidato.
En el nombramiento, se echa de menos la referencia a la
experiencia en la gestión futura que se les encomienda. Esos nombramientos a
dedo, en mi opinión, corrompen el sistema político desde sus inicios.
En mi opinión, esos nombramientos no deberían ser realizados
a dedo por el político de turno, sino que deberían ser ocupados por
funcionarios de carrera, esto es por personas con experiencia y valía
contrastada, mediante concurso público, y no mediante nombramiento digital por el
“dedo de los nombramientos” de los políticos.
¿Esto va cambiar con los nuevos gobiernos salidos de las
recientes elecciones?, pues no.
No porque los políticos, están interesados en que esos nombramientos
sean realizados por ellos, de modo que el candidato debe ser de su “confianza”,
pasando a segundo plano, o a ningún plano la “valía y la competencia”. Lo
importante es que el candidato sea de “confianza” y acate “sin rechistar” las
decisiones del político, aunque estas sean de dudosa legalidad. Ese es el
problema. El problema es la falta de profesionalidad de los altos cargos.
Repito la pregunta ¿va a cambiar esto con los nuevos políticos,
y con el nuevo aire regenerador que quieren dar a la política?, y me contesto
de nuevo que “no”. Rotundamente no.
Un ejemplo, hace muy poco me encontré con una persona que no
había llegado a salir como diputado por estar muy atrás en la lista, y le
pregunté, ¿y ahora qué?, y me contesto, ¿estoy esperando a ver lo que me da Ximo?
Pues está claro, me encontraba ante un nuevo alto cargo.
Esto no cambiará.
Un saludo para todos los amables lectores.
Gregorio Labatut Serer
Los falsos empleados públicos: el personal eventual
ResponderEliminarSeveriano Fernández Ramos. Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Cádiz
Publicado en la Revista General de Derecho Administrativo 34 (Iustel 2013)
Como muestra del grado de desfachatez al que se ha llegado, valga el siguiente alegato. Impugnado el nombramiento como personal eventual del conductor-asistente particular del Presidente de cierta Diputación Provincial, en la contestación a la demanda se llega a afirmar para sostener el nombramiento, entre otras cosas, lo siguiente:
«que el cuidado del vehículo oficial no es el que se realiza en los talleres sino de algo personal que incluye la música que el Presidente desea, el olor que quiere, los elementos de comodidad que solicita, el nivel adecuado de climatización, la velocidad de transporte que le gusta».
Frente a esta alegato, el Tribunal declaró que
«Por mucho que estos sean aspectos que no se puedan descuidar en la conducción es evidente que no se le pueden dar tanta importancia como para calificar y definir al puesto por la atención a esas prestaciones o servicios que en todo caso deberían ser consideradas como accesorias y secundarias frente a las exigencias de una conducción eficaz, segura y experta que deberían ser las definitivas a la hora de conceptuar este puesto de trabajo».
Sí, sí. Es evidente que en este país algunos políticos (no digo todos) han llegado para ser servidos, en lugar de para ser servidores del pueblo.
ResponderEliminarUn saludo.
Gregorio